
La problemática del sexo, como
fuerza irrefrenable, ha pasado del más severo de los controles a la más bella de
las satisfacciones. Muchas veces el camino hacia el sexo es lo más parecido a
una carrera de obstáculos, pero esta vez, morales. Y es que a veces parece que
el amor da al sexo una especie de cubierta ética que hace que la vida sexual
pueda vivirse sin culpas. Esa moralidad está constituida por un conjunto de
normas que nos dicta lo que está bien hacer y lo que está mal.

Abandonar el miedo y dejarse
conducir por los territorios inexplorados del erotismo, propio y ajeno, es
posible tanto entre un matrimonio como entre un hombre y una mujer que se acaban
de conocer. El deseo aparece cuando no se conoce lo que está por venir.
Descubrir el secreto que se esconde debajo de los atuendos cotidianos es una
invitación al placer. Es tomarse vacaciones de la realidad, y dar lugar a las
fantasías.
TRABAJO DE ESTADISTICA
TRABAJO DE ESTADISTICA
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